La quema del alma
Tuve un amor que me quemó el alma.
Tuve un amor que me incendió por completo.
Era un fuego eterno que envolvía todo y las llamas me abrasaban sin cesar.
Dicho calor llegaba hasta asfixiarme.
Ardor y pasión
Un día ese fuego se apagó
De un momento a otro. Dicho fuego dejó de arder. Sucumbió ante el gélido viento que empezó a penetrar pequeños espacios que quedaban entre las llamas.
Impensado que pequeñas corrientes acabaran con el inclemente ardor ¿no?
Hoy ya estoy quemada - dice ella.
Intentaré dormir.
Se congelará por un tiempo, Esperará que otras llamas lleguen
y la quemen nuevamente.
Relatos y más.
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